Los fabricantes de maquinaria, más optimistas: caída de ingresos de hasta el 20% este año

  • Pese a ser uno de los sectores más golpeados por la pandemia, en los últimos meses ha recuperado y ha corregido las previsiones de caída de ingresos, que en un primer momento se estimaban del 30%.

El sector español de la maquinaria textil recupera. Pese a ser una de las industrias más afectadas por el coronavirus, con una caída de las exportaciones de un 38% durante el primer semestre del año, el negocio encara el futuro con más optimismo. En verano, las exportaciones aumentaron, y el sector prevé pasar de una caída de ingresos del 30% al 20%, según se ha explicado hoy la Asociación de las Empresas Industriales Internacionalizadas, que también agrupa a los fabricantes de maquinaria textil y confección de España (Amec Amtex).

Con la llegada de la pandemia, la industria de la tecnología textil se tuvo que adaptar al contexto, transformando y reforzando sus servicios a través del online. El sector quedó parado durante varios meses, pero en septiembre y octubre empezó a recuperar.

“Las empresas del sector de la tecnología textil han sobrevivido a numerosas crisis –asegura Alejandro Gallego, director de Amec Amtex–; es por ello por lo que tienen gran capacidad de adaptabilidad, y las que han podido transformar sus productos, encontrar nuevos sectores y mercados son las que han sufrido menos”, ha remarcado.

Según apunta el directivo, el sector de la maquinaria textil se enfrenta, principalmente, a tres retos: la inmediatez, la sostenibilidad y la excelencia. Gallego explica que la industria está comprando máquinas porque “quiere empezar a producir de inmediato”.

La crisis del coronavirus ha acelerado ciertos procesos del sector de la maquinaria textil, como la digitalización, clave para monitorear la producción. Además, la pandemia ha propiciado automatización de los procesos y la industria 4.0, la relocalización y la omnicanalidad, entre otros.

Para hacer frente a la cancelación de ferias y citas importantes para el sector, y a las medidas restrictivas que afectan a la movilidad, Amtec Amtex ha llevado a cabo numerosas actividades, como participar en ferias virtuales como Wtin, donde el stand de la entidad recibió este octubre más de 3.000 visitantes y puso en contacto a empresas españolas con clientes estadounidenses.

Precisamente Estados Unidos es el principal mercado para los productos españoles del sector, ya que desde 2016 el país mantiene una tendencia creciente en cuanto a importaciones. De cerca le siguen Portugal y Francia y, por lo que respecta a México, que tradicionalmente ha sido un mercado muy importante para las exportaciones españolas, destaca un descenso de estas en los últimos años.

Las empresas que forman parte de Amec Amtex generan un volumen de exportación superior a los 6.200 millones de euros y exportan por término medio el 55,5% de su facturación.

Fuente: modaes.es

Barcelona aspira a ser el epicentro de la economía 4.0 en Europa

ECONOMIA. Con una inversión prevista de unos cien millones de euros, el objetivo de este proyecto liderado por el Consorcio y la Fundación LEITAT es posicionar Barcelona como epicentro de la economía 4.0 en Europa.

La 4ª edición del “Industry From Needs to Solutions” ha premiado el 3D Factory Incubator como iniciativa pionera de éxito en el terreno de la impresión en alta tecnología 3D. Este premio es una buena muestra de la relevancia de este proyecto, el primero en Europa de estas características.

“La incubación de proyectos es un cometido que tiene un fin multiplicador de las iniciativas innovadoras, que busca hacer mayor y más fuerte a nuestro tejido productivo”, ha afirmado Pere Navarro. “Ello es así por nuestro compromiso como entidad pública por el progreso socialmente solidario y sostenible en nuestra sociedad”, ha añadido el delegado especial del Estado en el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona.

LA 4ª EDICIÓN DEL “INDUSTRY FROM NEEDS TO SOLUTIONS” HA PREMIADO EL 3D FACTORY INCUBATOR COMO INICIATIVA PIONERA DE ÉXITO»

Esta incubación de proyectos comienza en el 3DFactory Incubator, la primera incubadora europea de tecnología avanzada que acoge a las iniciativas más prometedoras de impresión en 3D. Para ello, cuenta con un espacio de 600 metros cuadrados dentro de la sede del CZFB que acoge en estos momentos a 26 proyectos que apuestan por la impresión 3D.

El 3DFactory Incubator ofrece a estas “startups” y PIMEs servicios tecnológicos, de innovación, de producción de piezas impresas en 3D, de apoyo en la comercialización e internacionalización de los proyectos y de certificación, validación y “testing”. En definitiva, todo el soporte necesario para dar el salto tecnológico y de disrupción que deben afrontar en el 3D para ponerse en funcionamiento y despegar.

Las empresas incubadas que forman parte del proyecto son 3Digital Factory, 3YourMind, A-Natom, Additi·on, Airmony, Arboleda Intelligence, BCN3Dceramics, BETWEEN Technology, Dow Chemicals, Drukatt, Fluidra, Formbytes, Innovadomains, Intech 3D, Liq Eyewear, Mi pequeña fábrica, Mondenel, NEST iON, Odiseimusic, Origen Studio, Pensamientos sólidos, Podotec, Pursang, Transcoma y WECOBOTS by Wetron. El objetivo es que en los próximos cinco años llegue a cien el número de empresas que hayan aumentado su apuesta tecnológica e industrial gracias a esta iniciativa.

LA INCUBADORA ES PARTE DE UN PROYECTO MUCHO MÁS AMBICIOSO, EL DFACTORY 4.0″

La Incubadora es parte de un proyecto mucho más ambicioso, el DFactory 4.0, un espacio de 100.000 metros cuadrados ubicado en la Zona Franca que reunirá las empresas y tecnologías más punteras, protagonistas de la próxima revolución 4.0, que convivirán y trabajarán por y para el desarrollo y la creación de nuevos productos acordes a las últimas tendencias, desde la manufactura avanzada, pasando por la robótica o el internet de las cosas, entre otras tecnologías.

Con este centro, el Consorcio y la Fundación Leitat esperan posicionar Barcelona como Hub de Innovación en Europa. La primera fase del proyecto contará con 17.000 metros cuadrados de espacios de oficina, laboratorios de alta tecnología y espacios de incubación para atraer compañías innovadoras, talento e inversión.

Fuente: Noticiero Textil.

El sector textil reorienta su producción para minimizar la competencia China

  • La moda en España frena su actividad con crecimientos sostenidos tanto en el mercado nacional como en el exterior

ECONOMIA. Constituye uno de los sectores más dinámicos y eficientes de la economía española, se consolida como el tercer mayor exportador de moda europeo (14.300 millones de euros, por detrás de Italia y Alemania) y en su territorio se asienta la mayor multinacional en este segmento, InditexNo es otro que el sector textil, una parcela de la economía que solo ha proporcionado riqueza al país (el conjunto de sus actividades representa casi el 3 % del PIB de España) incluso en los años más críticos de la última crisis. Eso sí, apoyado en el mercado exterior para contrarrestar la caída del consumo interno, incluso con alzas de doble dígito. Desde entonces, su crecimiento se ha ido moderando, tal y como constatan los últimos datos del Instituto de Comercio Exterior (Icex), y expertos como Eduardo Irastorza, profesor de EAE Business School, que ha coordinado el informe El sector textil en el 2018.

El documento subraya que la moda se enfrenta a un nuevo desafío, un punto de inflexión similar al de hace más de dos o tres décadas. Entonces las grandes corporaciones occidentales apostaron por deslocalizar la producción a Asia. Ahora tiene ante sí el reto de prepararse para competir con los grandes grupos de distribución textiles que están a punto de salir con apellido oriental. Se refiere al gigante chino. «Inditex ya está señalando el camino» como lo ha hecho en el pasado, asegura el profesor Eduardo Irastorza, y adelanta que solo la creatividad y el dinamismo, de la mano de la reorientación de la fabricación a África y a otros territorios diferentes a los que se han consolidado como fábricas del mundo en los años de la deslocalización.

«La producción se irá trasladando a otros países como la India o al continente africano, que están llamados a la tarea de la fabricación masiva con mano de obra barata», asegura este experto. Quien advierte de que China no se está quedando quieta en este contexto. Mientras se traza el dibujo del que será el mapa productivo del textil en los próximos años, el sector continúa demostrando su fortaleza con cifras.

En España origina riqueza -a las ventas en el exterior se suman los 24.753 millones de euros del negocio que el textil, la confección y el calzado generaron en España el año pasado- y empleo, con casi 180.000 trabajadores.

Respecto al gasto, España no es de los países europeos que más invierte en moda. Con una partida del 4,4 % del presupuesto familiar destinado a este concepto, se coloca en la parte media de la tabla en Europa. Y las perspectivas para los próximos años seguirán esta línea, según el informe de la EAE Business School, que prevé un crecimiento sostenido del gasto en moda hasta los 26.100 millones de euros en el 2022. Por comunidades autónomas, Galicia se sitúa en la zona media-baja del consumo. Los protagonistas siguen siendo Cataluña, Andalucía, Comunidad Valenciana y Madrid que, juntas representaron el 60 % de las compras en textil el año pasado.

Fuente: La voz de Asturias.

Algodón con conciencia ambiental

  • Organic Cotton Colours, con sede y telares en Barcelona y Portugal, hace hilo de forma artesanal con precios justos para los agricultores

ECONOMIA. Cuenta Santi Mallorquí que cuando entró en el negocio textil que es hoy Organic Cotton Colours no tenía “ni idea”. Fue hace 10 años. Percibía que el mundo estaba viviendo un momento de cambio para producir de forma más responsable. Su modelo de venta de algodón orgánico le ha hecho facturar 450.000 euros en 2019 con beneficios y tiene como meta alcanzar los tres millones en cinco años. “Nunca llegaremos a todo el mercado, no es la intención. Nuestro espacio es ser alguien dentro de la moda sostenible”.

Ellos se hacen cargo de toda la cadena de producción; no tienen intermediarios, “lo que ayuda a controlar los márgenes y la calidad del producto”, asegura Mallorquí. Su algodón viene de Brasil (pagan a 2,60 euros el kilo) y de Turquía, destino que tuvieron que añadir a la lista de proveedores para abaratar costes. Se comprometen con comprar toda la producción a los agricultores y a veces puede variar, según la climatología, un 40%. En el país latinoamericano, la empresa que gestiona a los agricultores emplea a 250 labriegos (150 familias) dueños de su tierra que les proveen de algodón orgánico. Solo riegan con agua de lluvia, son cultivos biodinámicos que comparten espacio con maíz, sésamo, palmera y frijoles. “Es más caro porque cultivan de forma más responsable. Pero el impacto social es increíble; y la calidad es mayor”. Según el empresario, “Turquía nos sacó de un fracaso anunciado porque Brasil no sería sostenible”.

Mallorquí explica que “hay cola de agricultores para formar parte del proyecto, pero tenemos que asegurarles que podemos comprarles todo el algodón, si no les damos estabilidad, no tiene sentido”. Uno de los riesgos de su negocio, y lo que en más de una ocasión les ha hecho perder dinero o no llegar a objetivos, es que se eche a perder una cosecha, “o que algún cliente reduzca la producción, como ha pasado este año”, añade el emprendedor.

Tienen 5.000 clientes profesionales, que son marcas pequeñas y start-ups; por ejemplo, la ropa de bebé Cleoveo, la marca de juguetes de madera Xoguete, la firma de lencería Owl y la marca de ropa Natguru, entre otras muchas.

Lo que más margen les deja son las camisetas que venden por la web a 35 euros; después la venta de tejidos a diseñadores. “Lo menos interesante”, cuentan, es ofrecer el hilo a las empresas; deja menos margen. “Pero es una vía de escape para que no nos salga la producción por las orejas”. Perder la cosecha o un pedido es uno de los principales riesgos del negocio. “Pagar el algodón a un año y medio de poderlo vender no es habitual en la industria, pero es nuestra forma de entender la empresa, aunque haya supuesto una inversión fuera de las posibilidades de muchas start-ups”.

En Cataluña y en Portugal transforman el tejido en hilaturas propias. Entre otros, muselinas, tricot y rizo. La compañía emplea a cuatro personas en Cataluña, una en Portugal y otra en Brasil. Además, trabajan con dos autónomos para la comunicación, redes sociales e informática. Sus colecciones son atemporales y no tienen descuentos ni rebajas. Tampoco tiendas, y su equipo es muy reducido. En suma, dice Mallorquí, el emprendimiento ha sido “un viaje incierto y lento hacia la rentabilidad del que no puedo estar más contento”.

Fuente: El País.

El sector textil reclama una rebaja en los peajes por consumo de gas

  • Considera que «es necesaria» ya que los peajes que soporta la industria española por consumir gas son «muy superiores» a los de los demás países

ECONOMIA. El Consejo Intertextil Español ha reclamado una revisión del marco regulatorio del gas planteada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que considera que «es necesaria y oportuna», ya que los peajes que soporta la industria española por consumir gas son «muy superiores a los de los países de nuestro entorno con los que nuestros industriales compiten».

El sector textil se une así a la campaña de once asociaciones industriales en defensa de unos precios competitivos del gas, liderada por GasIndustrial y que promueve una reducción justa de los costes regulados de suministro de gas a la industria.

Esta industria utiliza el gas en los procesos de preparación de hilos, tintes y acabados, de manera que la totalidad de las empresas del sector se ven en algún momento afectadas por los altos costes, que lastran su competitividad.

Así, el Consejo Intertextil Español estima que una industria española llega a pagar por peajes del gas (parte regulada de la factura) «hasta seis veces más que una empresa en Alemania» y señala que los precios del gas en España son entre un 20%-25% más altos que los de la competencia europea.

«La rebaja es necesaria y oportuna»

En 2018, las exportaciones del sector textil supusieron el 72% de la facturación -4.252 millones de euros de una facturación total de 5.945 millones de euros-.

De esta manera, la asociación subraya que reducir el coste de los peajes del gas es «un factor muy sensible para competir y no poner en riesgo los 47.000 puestos de trabajo del sector textil».

En las propuestas de circulares que está sometiendo a consulta pública, la CNMC plantea que la retribución de las actividades se ajustará progresivamente entre 2021 y 2026, empezando ese primer año por sólo unos 200 millones de euros para alcanzar en el 2025 unos ahorros cercanos a los 1.000 millones de euros.

No obstante, la industria española, que supone el 62% del consumo total de gas y una factura anual de más de 4.700 millones de euros, solicita anticipar a 2021 la total aplicación del ajuste de las retribuciones.

Fuente: El Español.

La producción industrial sube el 1,8% en mayo tras las caídas de marzo y abril

  • Este incremento ha estado sustentado en el ascenso de la producción de bienes de consumo no duradero (7,4%) y, en menor medida, por los bienes de equipo (1,7%) y la energía (1,4%)

ECONOMÍA. El índice de producción industrial subió un 1,8% en mayo respecto al mismo mes de 2018, rompiendo así con la caída registrada en los dos meses anteriores, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Corregidos los efectos del calendario -la diferencia de días hábiles entre un año y otro-, el índice sube un 1,4%.

Este incremento ha estado sustentado en el ascenso de la producción de bienes de consumo no duradero (7,4%) y, en menor medida, por los bienes de equipo (1,7%) y la energía (1,4%), en tanto que se redujo en los bienes de consumo duradero (4,3%) y los intermedios (1,5%).

Al detalle por industrias, el descenso más pronunciado es para industria de la madera y del corcho, con una caída del 7,8%; la industria textil, con una bajada del 5%; y coquerías y refino de petróleo, con un recorte del 4,5%.

Por regiones, la tasa anual de la producción industrial aumenta respecto a mayo de 2018 en diez comunidades autónomas y disminuye en las otras siete.

Fuente: ABC

La moda ya no está de moda: las razones que explican la debacle del sector textil en España

  • La gente prefiere hacer un viaje o cenar fuera a gastarse el dinero en ropa
  • Los ingresos por ventas online no compensa la menor afluencia al comercio

El sector textil vive uno de los momentos más complejos de las últimas décadas. El gasto de las familias en vestido y calzado está a años luz del nivel previo a la crisis. Aunque la economía y el mercado laboral han recuperado gran parte del terreno perdido, los españoles parecen haber dado la espalda a la moda en favor del ocio y otros gastos. Un cambio en los hábitos de consumo, la demografía o la falta de adaptación del sector textil a los nuevos tiempos están poniendo contra las cuerdas al mundo de la moda.

Las rebajas, a pesar de las agresivas ofertas, no están cumpliendo con las expectativas, algo que ya sospechaban desde la Confederación Española de Comercio. La típica imagen de cientos de clientes luchando por entrar delante en El Corte Inglés el primer día de rebajas parece haber quedado para la historia. Ahora, los consumidores tienen otras preferencias u optan por otras formas de consumo que no están compensando vía ingresos las ventas tradicionales en tienda.

Neus Soler, profesora de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC y experta en marketing, en declaraciones a elEconomista aporta algunas claves: «Los hábitos del consumidor ahora son más sociales y se centran más en el ocio. Las familias prefieren destinar el presupuesto a pasarlo bien. Se gasta en hoteles y restaurantes, por ejemplo, y en electrónica (móviles, tablets, Nintendo, Play Station), y se deja el vestir en segundo plano».

La moda no está de moda

En 2006 y 2007, cada familia gastaba más de 2.000 euros al año en ropa y calzado, casi el 7% del presupuesto familiar. Hoy, el gasto ha caído a 1.500 euros y represan el 5,2% del presupuesto de cada familia. Fuentes del sector textil reconocen que la situación es compleja: «Es una tendencia que viene de lejos, pero que se ha intensificado durante y tras la crisis. El público general prefiere gastar el dinero en otras cosas. La moda ya no está de moda, el precio relativo de la ropa ha bajado mucho y los consumidores pueden comprar varias prendas con poco dinero y aguantar todo el año».

En esto último también incide Soler, que ve como «la competencia, la caída de precios y la gran oferta low cost, que se encuentra en los hipermercados y en las cadenas (Primark, Zara, H&M…), permite vestir de moda por poco dinero. En consecuencia, se gasta menos en ropa porque los artículos son más baratos».

Soler asegura que ahora se dedica más dinero «a la alimentación, por un lado, puesto que la sociedad es más consciente de que es importante cuidarse, y el fin de la crisis permite comprar de nuevo las marcas del fabricante y productos de mayor calidad, y a la cultura y el ocio (viajes y restauración), por el otro, por el placer personal que se obtiene con estas actividades».

España es un país cada vez más envejecido y las persona de avanzada edad suelen preocuparse menos por la ropa

El cambio demográfico también está relacionado con los cambios de consumo. Las personas mayores cuidan más su alimentación y dejan la moda en un segundo o tercer plano. Para las personas de avanzada edad, comprar ropa es más un incordio que una forma de diversión, aseguran fuentes de la industria textil.

«A medida que envejeces, la moda pierde importancia. Sólo acudes a las tiendas cuando es necesario renovar el vestuario, además vas un día de compras y buscas el mayor número de prendas por el menor precio posible, lo que se llama fondo de armario», reconoce esta persona que prefiere mantenerse en el anonimato.

La venta por internet no compensa

Por otro lado, el cambio en los hábitos de consumo también está lastrando las ventas de ropa. Comprar por internet es cómodo, pero los clientes no gastan lo mismo. Sin ver la prenda físicamente, ni tocarla o tener la opción de probarla, los impulsos de compra pierden fuerza.

La profesora de la Universitat Oberta de Catalunya también cree que las ventas online no están compensando la falta de afluencia a las tiendas, además, «aunque las ventas por internet aumenten, y que en conjunto incluso se puedan vender más unidades de producto, el beneficio decrece porque el precio en muy barato. Por lo tanto, aumenta el volumen de facturación, pero mengua el beneficio (se vende más pero se ingresa menos)».

Problemas por el lado de la oferta

Por otro lado, el sector también sufre la fuerte competencia, algo que beneficia al consumidor (paga menores precios por productos decentes), pero que reduce al mínimo los márgenes de las empresas de moda y sus beneficios. Antes de la revolución digital ya había muchas marcas diferentes compitiendo, pero ahora casi cualquier persona puede entrar en el negocio haciendo camisas u otras prendas para venderlas por internet.

«A raíz de la crisis las tiendas se han visto obligadas a mantener una situación de rebajas constantes para atraer al público, lo cual merma su margen comercial significativamente», aclara Soler.

«Por otro lado, además, las tiendas no han desarrollado ningún elemento que le genere al cliente una experiencia de compra atractiva o sorprendente, motivando así la compra en tienda física, ni han potenciado tampoco aspectos que el consumidor pueda valorar frente a la compra online (como, en muchas ocasiones, un servicio de atención profesional, personalizado y cercano, por ejemplo).

Además, Soler cree la complacencia no ha hecho ningún bien a un sector que podría haber hecho poco para reinventarse: «Tendría que aplicar un cambio radical en las tendencias y el diseño del producto. El sector no ha evolucionado. Lleva mucho tiempo sin aportar algún aspecto diferencial».

Las redes sociales son el reflejo del cambio de la sociedad. Los paisajes, la gastronomía, un partido de fútbol o un musical son los elementos que protagonizan esta forma de ‘exhibicionismo’. «La gente plasma su estilo de vida (en las redes), y se puede comprobar que se reflejan principalmente momentos de ocio (viajes y encuentros familiares o con amigos). Lo cual demuestra que son estas actividades las que actualmente considera importantes la gente, y no la moda. Las redes sociales, más que ser la causa del cambio de preferencias, lo que hacen es reflejar las nuevas tendencias» , concluye la experta de la UOC.

Fuente: El Economista

¿Vuelve la época dorada del sector textil a Cataluña?

  • El sector textil empieza a salir de la UCI gracias a la incipiente vuelta de producción deslocalizada a miles de kilómetros. El sector pide mayor implicación de grandes como Mango o Desigual.

ECONOMIA. Cataluña se encuentra a las puertas de recuperar parte de su época dorada en la industria textil. La crisis que ha afectado al sector en los últimos años, traducido en el cierre de firmas históricas, ha quedado atrás y las empresas de confección supervivientes de ese tsunami tienen una segunda oportunidad gracias al creciente fenómeno de la relocalización de la producción.

Si hace más de una década la norma era que las cadenas de moda se dirigiesen a mercados, principalmente asiáticos, para abastecerse de producto más barato y las empresas locales cerrasen sus centros de producción y mantuviesen aquí sólo la actividad comercial, ahora la estrategia ha dado un giro. La demanda de series cortas de producto, la necesidad de poner de forma rápida en el mercado colecciones y la mejora de condiciones laborales en países lejanos hacen que ya no resulte tan rentable acudir a proveedores lejanos.

Estudios del Centro de Información Textil (Cityc) y del centro tecnológico Fitex estiman que la industria textil en España tiene capacidad para asumir un 30% adicional a la ocupación actual. Para David García, director del Clúster Textil y Moda de Catalunya (ACTM) y gerente de la agrupación textil Fagepi, «es evidente que se está produciendo un cambio de tendencia.

Han mejorado indicadores económicos que demuestran que es una realidad: ha crecido la producción y la ocupación, algo que se ha producido de forma sostenida durante los últimos 12 años». Eso sí, partimos de niveles muy bajos, ya que, según apunta, en los últimos 15 años ha bajado un 50% la producción textil en el conjunto de España y el consumo de moda ha bajado en valor un 30%.

García no sólo destaca los buenos indicadores macroeconómicos. «También hemos detectado desde la Fagepi y en el clúster que en términos de empleo nos están pidiendo perfiles profesionales más especializados, por el aumento de la ocupación. Otro fenómeno, es que las empresas han vuelto a realizar inversiones destinadas a comprar maquinaria».

El responsable del clúster cree que en un momento en el que el textil se encuentra en proceso de crecimiento, una apuesta de los grandes como Desigual y Mango por apoyarse más en proveedores catalanes tendría un efecto positivo por el sector. Estos operadores no han ofrecido datos sobre su producción en proximidad. «Si las distribuidoras enfocaran una parte de su negocio se notaría muchísimo, aunque son negocios privados y cada uno tiene su estrategia», indica. En este sentido incide, «vivimos en un mundo globalizado y no hay culpables».

Consumidores dispuestos a pagar un plus

Otro punto que juega a favor del repunte de la producción en Catalunya es el hecho de que «hay mercados en los que los consumidores piden producto europeo. Que sea hecho aquí sin importar pagar ese plus», sostiene.

En este sentido, comenta la iniciativa promovida por el ayuntamiento de Igualada (Barcelona) y la Fagepi que han puesto en marcha la feria BSTIM (cuyos acrónimo en catalán significa vestimos). La feria se celebrará a finales de febrero en la localidad catalana, una de las cunas tradicionales del textil en la comunidad. Se trata de un salón profesional «para dar respuesta a las necesidades de aprovisionamiento en proximidad de pieza acabada de marca y distribuidores del sector de la moda».

La misión de la feria es facilitar que se establezcan relaciones comerciales entre empresas industriales textiles y gestores de producción de prendas de moda con marcas y distribuidores europeos. El propósito es que las empresas se olviden de producir en Asia y apuesten por dar trabajo al tejido local.

Es precisamente Igualada uno de los municipios que más está trabajando para hacer crecer de nuevo la industria local. Según explica la concejala de promoción económica del municipio, Àngels Chacón, el textil es un sector clave, ya que cuenta con más de un centenar de talleres y un total de 143 empresas de las que dependen 2.700 familias. En los últimos años, desde el consistorio han elaborado un plan de acción para captar producción. El proyecto es lograr que todos los actores implicados en la cadena trabajen de forma coordinada para ser más atractivos.

La fórmula, según Chacón, ha funcionado y esta estrategia conjunta se ha traducido en la puesta en macha de una planta de prototipados, que ha atraído la fabricación de más de 100.000 piezas de ropa y una facturación conjunta más de un millón de euros. Para este 2015, la meta se ha fijado en duplicar esas cifras y lograr atraer 200.000 piezas de ropa. «Hemos creado unas dinámicas de trabajo, se han producido contrataciones especializadas… ha habido un acercamiento a Inditex», explica la concejala como resultado del plan de reindustrialización.

Chacón se muestra satisfecha de que iniciativas como las de Igualada ayuden a revitalizar a un sector que «muchos daban por muerto».

Rápido consumo, clave para la vuelta del textil

Laura Ortiz, gerente de Textil Ortiz, un empresa familiar de segunda generación, sostiene que la compañía sí se está viendo beneficiada de esta corriente de empresas que necesitan abastecerse en proximidad. «El proceso de reindustrialización es todavía incipiente», sostiene. Este giro en las demandas de las empresas textiles ya empezó a notarse, según explica, en 2013.

Esta creciente demanda viene determinada por la necesidad de un nuevo consumo rápido que se fomenta, por ejemplo, desde diversos canales como los blogs de moda. La instantaneidad con la que deben atender las cadenas a sus potenciales clientes les obliga a mirar a su proveedor local para poder satisfacerla.

En los peores tiempos de la crisis, Textil Ortiz se mantuvo por operar a contracorriente y no deslocalizar. «Nunca nos planteamos cesar la producción y dedicarnos únicamente a ser una compañía comercial», explica la gerente. Su especialización son los forros, la parte interior de la prenda, de la que elaboran una colección propia y también codo a codo con el cliente de moda.

Otra empresa del sector, Naulover, que produce de forma íntegra en Catalunya, sólo ve riesgos en contar con proveedores a miles de kilómetros. «Las prendas producidas en según qué mercados son todas iguales. Y hay aspectos como los costes de transporte, la logística, que hacen que el proceso se complique», indica Carme Noguera, directora general de la compañía. La empresa siempre ha optado por producir aquí.

«Si confío a un proveedor lejano una muestra, esta tarda muchísimo. La espera es infinita. Sólo en cercanía se pueden hacer los cambios y rectificaciones constantes que se necesitan». En este sentido incide, «si lo mando lejos, he de rezar y plantearme que tendré que aceptar lo que llegue porque no tendré tiempo de rectificarlo».

Naulover, que cuenta con tiendas propias, se distingue por una producción de punto de calidad. Por este motivo, la empresaria señala que es necesario utilizar hilos especiales, que son elaborados sólo para ellos, lo que beneficia a la industria local. «Nada de hilos estándar que utilizan la mayoría. Nuestra confección es artesanal, de taller, uno a uno».

Para ella el regreso del textil todavía está por llegar. «Oigo hablar de ello. Pero hay muchos talleres que no tienen trabajo». También es de la opinión de que son las grandes cadenas marquistas las que «tienen la sartén por el mango» para que se dé definitivamente un giro. Noguera cree que otro aspecto que puede llevar a mejorar la producción en Catalunya es el cambio que se está produciendo en la mente del consumidor. «La época de usar y tirar y contar con un armario nuevo ha pasado. El consumidor tiene conciencia, ya sea por la crisis o por cambio de hábitos», asegura. Además, considera que el consumidor debe plantearse si quiere desentenderse de las condiciones laborales que se aplican a trabajadores en algunos mercados. «No podemos mirar a otro lado», recalca.

Se crece, pero a un ritmo lento

Por su parte, Andrés Borao, secretario general de Texfor (Confederación de la Industria Textil) cree que el fenómeno de reindustrialización también se está produciendo de forma lenta. «No se están produciendo crecimientos como he podido escuchar del 15% ni crecimientos en empleo de miles de trabajos», sostiene. De hecho, cree que la reindustrialización no se va a producir con el mismo ritmo que se hizo la deslocalización.

En su opinión, han jugado un papel clave los costes, como los del transporte, que han sido importantes en este proceso. Aunque desde la Administración se está promoviendo que los diseñadores catalanes produzcan en proximidad, «con buena voluntad no se arregla el problema de la deslocalización». También cree que las grandes marcas catalanas textiles tienen mucho que decir. «Que tienen políticas de marca globales que no se asientan en ningún lugar concreto». Es crítico con el uso que hacen algunas de estas firmas de la marca Barcelona. «Como aparador es muy bonito, pero ni el producto ni la confección se hace aquí».

El secretario de Texfor ve sin embargo con optimismo el aumento que están experimentando las exportaciones, no sólo en moda, sino también en tejidos técnicos, por ejemplo. También cree que el sector ya ha adelgazado muchísimo y que lo peor ya ha pasado. «Es una pena que empresas con clientes hayan cerrado únicamente porque no tenían crédito», indica. Borao alerta de los riesgos de ir en busca de los proveedores más baratos foráneos: «Cuando en Bangladesh resulte caro producir, habrá otros mercados a los que podrán dirigirse las empresas».

Fuente: El Economista.

Puig apuesta por reposicionar el sector textil tras una crisis profunda

  • Recuerda que una multinacional del mueble está comprando sus productos textiles a empresas valencianas, es decir, «el sector ha sido capaz de actualizarse»

ECONOMÍA. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, aseguró ayer que la industria textil valenciana tiene futuro y tras superar una «crisis profunda» es momento de volver a «reposicionar» un sector «maduro» y «fundamental» para reindustrializar la Comunitat Valenciana.

Puig, que realizó estas declaraciones antes de reunirse en el Palau de la Generalitat con representantes del Comité Ejecutivo de la Patronal Textil Española, subrayó que se trata de un sector «fundamental para nuestra economía».

«Es un sector maduro que ha pasado una crisis muy difícil y que, afortunadamente gracias a la innovación, está teniendo nuevas oportunidades», destacó.

Según Puig, la Generalitat tiene dos «proyectos potentes» coordinados por la Agencia de Innovación que pueden ayudar al sector a reposicionarse «desde ese avance tecnológico que es fundamental».

«Hay gente que hace un tiempo decía que el textil ya no tendría futuro en la Comunitat Valenciana. Afortunadamente tiene futuro y el propio presidente del sector en España ahora es valenciano», recordó.

Según indicó, el sector textil se ubica en un clúster en la zona de La Vall d’Albaida y de L’Alcoià, algo importante para los valencianos porque «ayuda a tener un territorio más diversificado. Ahora debemos continuar y ayudar a aquellas empresas que han llevado a cabo una transformación enorme».

También destacó que una multinacional del mueble está comprando sus productos textiles a empresas valencianas. «Eso quiere decir que tenemos un sector que ha sido capaz de actualizarse».

Nuevos mercados

Ximo Puig ha señalado que el Consell está trabajando con el sector textil, a través del Ivace, en «lo que significa la internacionalización, intentando ver cómo podemos ir a nuevos mercados en los que antes no teníamos muchas oportunidades».

«Creo que en estos momentos, superada esta crisis tan profunda, al menos en sus peores momentos, se trata de volver a reposicionar un sector que es fundamental, un sector maduro de nuestra economía y que ayuda extraordinariamente a la reindustrialización de la Comunitat Valenciana».

Préstamos bonificados para las empresas

Puig anunció medidas para mejorar la financiación y la innovación de la industria textil valenciana a través del IVF y la AVI. El jefe del Ejecutivo valenciano, quien explicó estas iniciativas antes de recibir en audiencia a representantes del Comité Ejecutivo del Consejo Intertextil Español en el Palau de la Generalitat, explicó que esta semana se publicará en el Diari Oficial de la Generalitat (DOGV) la línea de préstamos bonificados del Institut Valencià de Finances que impulsará, entre otros objetivos, «la modernización y la transformación tecnológica de nuestras empresas».

Fuente: La Razón

Las exportaciones catalanas crecen un 1,1% en el 2018, cifra de récord histórico por octavo año consecutivo

  • Las ventas de Cataluña han alcanzado los 71.623,8 millones de euros
  • Con 17.239 empresas, este 2018 se ha logrado la cifra más elevada de la serie histórica de empresas exportadoras regulares –es decir, las que han exportado los últimos 4 años de manera consecutiva-
  • Las exportaciones catalanas representan el 25,1% del total de las ventas del Estado español al exterior

ECONOMIA. Las exportaciones catalanas han registrado un crecimiento del 1,1% al 2018 y han logrado los 71.623,8 millones de euros, la cifra más alta de la serie histórica y que supone un nuevo récord por octavo año consecutivo. A banda, también se ha registrado con 17.239 empresas el máximo histórico de empresas exportadoras regulares, es decir, aquellas que han vendido al exterior los últimos cuatro años de manera consecutiva.

De este modo, las ventas de Cataluña al exterior durante el año 2018 han supuesto un 25,1% del total de exportaciones del Estado español, según los datos hechos públicos por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Entre los principales sectores exportadores de Cataluña, destaca el récord de la química (+3,7%, 12.102,2 millones de euros), los productos farmacéuticos (+1,6%, 5.107 millones de euros), la maquinaria (+1,8%, 4.473,8 millones de euros) y el material eléctrico (+4,2%, 3.517,1 millones de euros).

En el ámbito territorial, las exportaciones del año 2018 a Barcelona han sumado 55.802,4 millones de euros (+1,9%), en Lleida, 2.082,8 millones de euros (+0,3%), a Tarragona, 8.497,6 millones de euros (-2,1%) y a Girona, 5.241 millones de euros (-1,1%).