La empresa de Sabadell ECima crea un tejido para bomberos o deportistas capaz de refrigerarse autónomamente

  • La tecnología, que funciona con a una batería y sensores de temperatura, se basa en un dispositivo termoeléctrico que se puede integrar a cualquier material textil, también en el ámbito industrial u hospitalario (para la ropa de cama o en apósitos quirúrgicos)
  • Por este proyecto, ECima ha recibido una ayuda de 73.000 de ACCIÓN en el marco del programa de ayudas Núcleos de R+D Empresarial Internacionales
  • Con sede en Sabadell, ECima se especializa en el desarrollo de tejidos técnicos que exporta a más de 40 países de todo el mundo

PRODUCTOS. La empresa catalana ECima ha creado un tejido técnico que permite refrigerar la temperatura de manera automática y de manera activa sin necesidad de conectarse al corriente eléctrico. Se trata de un dispositivo termoeléctrico flexible que se puede integrar a cualquier material textil, como por ejemplo el vestuario de bomberos, deportistas, trabajadores del ámbito industrial o en material hospitalario (a la ropa de cama o en apósitos quirúrgicos).

Por este proyecto, ECima ha contado con una ayuda de 73.000 euros de ACCIÓN -la agencia para la competitividad de la empresa, dependiendo del Departamento de Empresa y Conocimiento- en el marco del programa de ayudas Núcleos de R+D Empresarial Internacionales. Estas ayudas impulsan proyectos empresariales de R+D entre empresas catalanas y socios internacionales. De hecho, ECima está desarrollando el proyecto en colaboración con la empresa Intelligent Textile Products (ITP) y el centro de investigación Leibniz Institute of Photonic Technology (IPHT), ambos alemanes, y el centro tecnológico catalán Leitat, como proveedor tecnológico.

El proyecto se basa en el diseño y desarrollo de tejidos funcionales que mediante una serie de recubrimientos se convierten en un sistema de refrigeración activa. El consorcio ha creado un dispositivo termoeléctrico (basándose en la tecnología de las llamadas ‘celdas Peltier’) que se integra en cualquier material textil para poder controlar la temperatura de manera automática en todo momento. La solución incorpora un sistema de conexión a una batería que le proporciona la energía para funcionar, sin que se tenga que conectar a la corriente y facilitando la movilidad del usuario que la use.

El sistema incorpora una serie de sensores de temperatura, elementos de control de potencia y de ventilación para garantizar la buena distribución del frío y la eficiencia de su funcionamiento mediante la disipación del calor. Se trata de un dispositivo flexible que, a diferencia otras soluciones termoeléctricas, se puede adaptar a todo tipo de tejidos y formas.

Según Jordi Mota, responsable de R+D a ECima, “la creciente demanda de una mejor atención sanitaria hace que la industria de textiles para uso médico avance hacia al desarrollo de productos que aportan nuevas funcionalidades para mejorar la calidad de vida de los pacientes, como es el caso del control de la temperatura en aquellas situaciones que lo requieran”. Esta solución se puede aplicar “en aquellas situaciones en que se requiera un control de la temperatura”, explica Mota.

La empresa catalana ECima (Sabadell, Vallès Occidental) cuenta con más de 60 años de experiencia en el sector de los textiles técnicos, mientras que los socios alemanes del proyecto se especializan en el diseño y aplicación de recubrimientos de capa fina y sistemas para smart textiles, así como el desarrollo de electrónica y su integración a textiles. Con una plantilla de unos cincuenta trabajadores, ECima, que pertenece al Clúster AEI Textiles, exporta el 70% de su producción a más de 40 países, principalmente de la Unión Europea.

Barcelona aspira a ser el epicentro de la economía 4.0 en Europa

ECONOMIA. Con una inversión prevista de unos cien millones de euros, el objetivo de este proyecto liderado por el Consorcio y la Fundación LEITAT es posicionar Barcelona como epicentro de la economía 4.0 en Europa.

La 4ª edición del “Industry From Needs to Solutions” ha premiado el 3D Factory Incubator como iniciativa pionera de éxito en el terreno de la impresión en alta tecnología 3D. Este premio es una buena muestra de la relevancia de este proyecto, el primero en Europa de estas características.

“La incubación de proyectos es un cometido que tiene un fin multiplicador de las iniciativas innovadoras, que busca hacer mayor y más fuerte a nuestro tejido productivo”, ha afirmado Pere Navarro. “Ello es así por nuestro compromiso como entidad pública por el progreso socialmente solidario y sostenible en nuestra sociedad”, ha añadido el delegado especial del Estado en el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona.

LA 4ª EDICIÓN DEL “INDUSTRY FROM NEEDS TO SOLUTIONS” HA PREMIADO EL 3D FACTORY INCUBATOR COMO INICIATIVA PIONERA DE ÉXITO»

Esta incubación de proyectos comienza en el 3DFactory Incubator, la primera incubadora europea de tecnología avanzada que acoge a las iniciativas más prometedoras de impresión en 3D. Para ello, cuenta con un espacio de 600 metros cuadrados dentro de la sede del CZFB que acoge en estos momentos a 26 proyectos que apuestan por la impresión 3D.

El 3DFactory Incubator ofrece a estas “startups” y PIMEs servicios tecnológicos, de innovación, de producción de piezas impresas en 3D, de apoyo en la comercialización e internacionalización de los proyectos y de certificación, validación y “testing”. En definitiva, todo el soporte necesario para dar el salto tecnológico y de disrupción que deben afrontar en el 3D para ponerse en funcionamiento y despegar.

Las empresas incubadas que forman parte del proyecto son 3Digital Factory, 3YourMind, A-Natom, Additi·on, Airmony, Arboleda Intelligence, BCN3Dceramics, BETWEEN Technology, Dow Chemicals, Drukatt, Fluidra, Formbytes, Innovadomains, Intech 3D, Liq Eyewear, Mi pequeña fábrica, Mondenel, NEST iON, Odiseimusic, Origen Studio, Pensamientos sólidos, Podotec, Pursang, Transcoma y WECOBOTS by Wetron. El objetivo es que en los próximos cinco años llegue a cien el número de empresas que hayan aumentado su apuesta tecnológica e industrial gracias a esta iniciativa.

LA INCUBADORA ES PARTE DE UN PROYECTO MUCHO MÁS AMBICIOSO, EL DFACTORY 4.0″

La Incubadora es parte de un proyecto mucho más ambicioso, el DFactory 4.0, un espacio de 100.000 metros cuadrados ubicado en la Zona Franca que reunirá las empresas y tecnologías más punteras, protagonistas de la próxima revolución 4.0, que convivirán y trabajarán por y para el desarrollo y la creación de nuevos productos acordes a las últimas tendencias, desde la manufactura avanzada, pasando por la robótica o el internet de las cosas, entre otras tecnologías.

Con este centro, el Consorcio y la Fundación Leitat esperan posicionar Barcelona como Hub de Innovación en Europa. La primera fase del proyecto contará con 17.000 metros cuadrados de espacios de oficina, laboratorios de alta tecnología y espacios de incubación para atraer compañías innovadoras, talento e inversión.

Fuente: Noticiero Textil.

El sector textil reorienta su producción para minimizar la competencia China

  • La moda en España frena su actividad con crecimientos sostenidos tanto en el mercado nacional como en el exterior

ECONOMIA. Constituye uno de los sectores más dinámicos y eficientes de la economía española, se consolida como el tercer mayor exportador de moda europeo (14.300 millones de euros, por detrás de Italia y Alemania) y en su territorio se asienta la mayor multinacional en este segmento, InditexNo es otro que el sector textil, una parcela de la economía que solo ha proporcionado riqueza al país (el conjunto de sus actividades representa casi el 3 % del PIB de España) incluso en los años más críticos de la última crisis. Eso sí, apoyado en el mercado exterior para contrarrestar la caída del consumo interno, incluso con alzas de doble dígito. Desde entonces, su crecimiento se ha ido moderando, tal y como constatan los últimos datos del Instituto de Comercio Exterior (Icex), y expertos como Eduardo Irastorza, profesor de EAE Business School, que ha coordinado el informe El sector textil en el 2018.

El documento subraya que la moda se enfrenta a un nuevo desafío, un punto de inflexión similar al de hace más de dos o tres décadas. Entonces las grandes corporaciones occidentales apostaron por deslocalizar la producción a Asia. Ahora tiene ante sí el reto de prepararse para competir con los grandes grupos de distribución textiles que están a punto de salir con apellido oriental. Se refiere al gigante chino. «Inditex ya está señalando el camino» como lo ha hecho en el pasado, asegura el profesor Eduardo Irastorza, y adelanta que solo la creatividad y el dinamismo, de la mano de la reorientación de la fabricación a África y a otros territorios diferentes a los que se han consolidado como fábricas del mundo en los años de la deslocalización.

«La producción se irá trasladando a otros países como la India o al continente africano, que están llamados a la tarea de la fabricación masiva con mano de obra barata», asegura este experto. Quien advierte de que China no se está quedando quieta en este contexto. Mientras se traza el dibujo del que será el mapa productivo del textil en los próximos años, el sector continúa demostrando su fortaleza con cifras.

En España origina riqueza -a las ventas en el exterior se suman los 24.753 millones de euros del negocio que el textil, la confección y el calzado generaron en España el año pasado- y empleo, con casi 180.000 trabajadores.

Respecto al gasto, España no es de los países europeos que más invierte en moda. Con una partida del 4,4 % del presupuesto familiar destinado a este concepto, se coloca en la parte media de la tabla en Europa. Y las perspectivas para los próximos años seguirán esta línea, según el informe de la EAE Business School, que prevé un crecimiento sostenido del gasto en moda hasta los 26.100 millones de euros en el 2022. Por comunidades autónomas, Galicia se sitúa en la zona media-baja del consumo. Los protagonistas siguen siendo Cataluña, Andalucía, Comunidad Valenciana y Madrid que, juntas representaron el 60 % de las compras en textil el año pasado.

Fuente: La voz de Asturias.

Algodón con conciencia ambiental

  • Organic Cotton Colours, con sede y telares en Barcelona y Portugal, hace hilo de forma artesanal con precios justos para los agricultores

ECONOMIA. Cuenta Santi Mallorquí que cuando entró en el negocio textil que es hoy Organic Cotton Colours no tenía “ni idea”. Fue hace 10 años. Percibía que el mundo estaba viviendo un momento de cambio para producir de forma más responsable. Su modelo de venta de algodón orgánico le ha hecho facturar 450.000 euros en 2019 con beneficios y tiene como meta alcanzar los tres millones en cinco años. “Nunca llegaremos a todo el mercado, no es la intención. Nuestro espacio es ser alguien dentro de la moda sostenible”.

Ellos se hacen cargo de toda la cadena de producción; no tienen intermediarios, “lo que ayuda a controlar los márgenes y la calidad del producto”, asegura Mallorquí. Su algodón viene de Brasil (pagan a 2,60 euros el kilo) y de Turquía, destino que tuvieron que añadir a la lista de proveedores para abaratar costes. Se comprometen con comprar toda la producción a los agricultores y a veces puede variar, según la climatología, un 40%. En el país latinoamericano, la empresa que gestiona a los agricultores emplea a 250 labriegos (150 familias) dueños de su tierra que les proveen de algodón orgánico. Solo riegan con agua de lluvia, son cultivos biodinámicos que comparten espacio con maíz, sésamo, palmera y frijoles. “Es más caro porque cultivan de forma más responsable. Pero el impacto social es increíble; y la calidad es mayor”. Según el empresario, “Turquía nos sacó de un fracaso anunciado porque Brasil no sería sostenible”.

Mallorquí explica que “hay cola de agricultores para formar parte del proyecto, pero tenemos que asegurarles que podemos comprarles todo el algodón, si no les damos estabilidad, no tiene sentido”. Uno de los riesgos de su negocio, y lo que en más de una ocasión les ha hecho perder dinero o no llegar a objetivos, es que se eche a perder una cosecha, “o que algún cliente reduzca la producción, como ha pasado este año”, añade el emprendedor.

Tienen 5.000 clientes profesionales, que son marcas pequeñas y start-ups; por ejemplo, la ropa de bebé Cleoveo, la marca de juguetes de madera Xoguete, la firma de lencería Owl y la marca de ropa Natguru, entre otras muchas.

Lo que más margen les deja son las camisetas que venden por la web a 35 euros; después la venta de tejidos a diseñadores. “Lo menos interesante”, cuentan, es ofrecer el hilo a las empresas; deja menos margen. “Pero es una vía de escape para que no nos salga la producción por las orejas”. Perder la cosecha o un pedido es uno de los principales riesgos del negocio. “Pagar el algodón a un año y medio de poderlo vender no es habitual en la industria, pero es nuestra forma de entender la empresa, aunque haya supuesto una inversión fuera de las posibilidades de muchas start-ups”.

En Cataluña y en Portugal transforman el tejido en hilaturas propias. Entre otros, muselinas, tricot y rizo. La compañía emplea a cuatro personas en Cataluña, una en Portugal y otra en Brasil. Además, trabajan con dos autónomos para la comunicación, redes sociales e informática. Sus colecciones son atemporales y no tienen descuentos ni rebajas. Tampoco tiendas, y su equipo es muy reducido. En suma, dice Mallorquí, el emprendimiento ha sido “un viaje incierto y lento hacia la rentabilidad del que no puedo estar más contento”.

Fuente: El País.

El sector textil reclama una rebaja en los peajes por consumo de gas

  • Considera que «es necesaria» ya que los peajes que soporta la industria española por consumir gas son «muy superiores» a los de los demás países

ECONOMIA. El Consejo Intertextil Español ha reclamado una revisión del marco regulatorio del gas planteada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que considera que «es necesaria y oportuna», ya que los peajes que soporta la industria española por consumir gas son «muy superiores a los de los países de nuestro entorno con los que nuestros industriales compiten».

El sector textil se une así a la campaña de once asociaciones industriales en defensa de unos precios competitivos del gas, liderada por GasIndustrial y que promueve una reducción justa de los costes regulados de suministro de gas a la industria.

Esta industria utiliza el gas en los procesos de preparación de hilos, tintes y acabados, de manera que la totalidad de las empresas del sector se ven en algún momento afectadas por los altos costes, que lastran su competitividad.

Así, el Consejo Intertextil Español estima que una industria española llega a pagar por peajes del gas (parte regulada de la factura) «hasta seis veces más que una empresa en Alemania» y señala que los precios del gas en España son entre un 20%-25% más altos que los de la competencia europea.

«La rebaja es necesaria y oportuna»

En 2018, las exportaciones del sector textil supusieron el 72% de la facturación -4.252 millones de euros de una facturación total de 5.945 millones de euros-.

De esta manera, la asociación subraya que reducir el coste de los peajes del gas es «un factor muy sensible para competir y no poner en riesgo los 47.000 puestos de trabajo del sector textil».

En las propuestas de circulares que está sometiendo a consulta pública, la CNMC plantea que la retribución de las actividades se ajustará progresivamente entre 2021 y 2026, empezando ese primer año por sólo unos 200 millones de euros para alcanzar en el 2025 unos ahorros cercanos a los 1.000 millones de euros.

No obstante, la industria española, que supone el 62% del consumo total de gas y una factura anual de más de 4.700 millones de euros, solicita anticipar a 2021 la total aplicación del ajuste de las retribuciones.

Fuente: El Español.

¿Quiénes son los españoles que más dinero se gastan en ropa?

  • Los coruñeses desembolsan más de 1.800 euros al año en prendas y calzado. Un 18 por ciento más que la media del país

Las familias españolas gastan al cabo del año una media de 1.475 euros en vestirse. De este montante, unos 1.100 euros se dedican a la compra de prendas de ropa y accesorios y unos 375 a calzado. Sin embargo, y atendiendo al estudio de la empresa especialista en la aplicación de la inteligencia artificial al márketing, AIS Group, hay una provincia en la que el desembolso a la hora de llenar el armario se dispara. Se trata de La Coruña, donde este presupuesto alcanza los 1.800 euros anuales, un 18 por ciento por encima de la media española. Detrás de esta realidad, confirmada por los estudios de mercado y comportamiento de la empresa, se esconde la querencia que en esta provincia, cuna de gigantes como Inditex, existe por el mundo de la moda y sus tendencias. Una preocupación por la imagen y el cuidado que los convierte en los más coquetos del país.

«Las familias de La Coruña son las que mayor presupuesto destinan a vestirse. Rozan los 1.800 euros. Sevillanos y granadinos están inmediatamente detrás con 1.725 y 1.700 euros respectivamente. Tras ellos están los murcianos, que invierten del orden de 1.680 euros en ropa y calzado; los hogares de Córdoba (1.660) y los de Huelva (1.655). En el extremo opuesto, las familias que realizan un menor gasto medio en artículos de vestir son las de Cuenca, apenas 1.060 euros, seguida de las de Huesca (1.115), Teruel (1.120), Albacete (1.135) y Cáceres (1.140)» indica el estudio realizado a lo largo de todo el 2017.

¿Cuánto gastan las mujeres?

Según estos indicadores, el gasto en vestido y calzado representa el 5 por ciento del total de los gastos de las familias españolas, que asciende de media a algo menos de 29.200 euros. Del total invertido en esta partida, destaca que prácticamente la mitad (710 euros) se destina a vestir a las mujeres de la familia, algo más de 500 euros a los hombres y unos 260 euros a los niños. Así, el gasto de las familias en moda femenina representa el gran desembolso de los hogares en ropa y calzado. Supera a la masculina y a la infantil en absolutamente todas las provincias.

Considerando sólo los artículos de vestido para mujer, las familias navarras son las que presentan un mayor gasto medio: 633 euros. Prácticamente lo mismo ocurre en Sevilla donde la media es de 632 euros y en Granada (630 euros). La Coruña queda en cuarto lugar con 625 euros. Cuenca (345), Cáceres (361), Albacete (362) y Ciudad Real (367) son las provincias con una media de gastos menor en prendas de vestir para mujer.

En cuanto a los más pequeños, nuevamente los que más destinan a vestirlos son los hogares de La Coruña, unos 340 euros, lo que representa unos 80 euros por encima de la media española. También muy por encima de la media están las familias de Pontevedra y Sevilla, que se mueven en cifras en torno a los 320 euros. Los que menos gastan en esta partida son los hogares de Cuenca, Zamora, Teruel y Segovia, que con un gasto medio de entre 160 euros y 170 euros, están entre 90 euros y 100 euros por debajo del registro nacional.

Fuente: ABC

La producción industrial sube el 1,8% en mayo tras las caídas de marzo y abril

  • Este incremento ha estado sustentado en el ascenso de la producción de bienes de consumo no duradero (7,4%) y, en menor medida, por los bienes de equipo (1,7%) y la energía (1,4%)

ECONOMÍA. El índice de producción industrial subió un 1,8% en mayo respecto al mismo mes de 2018, rompiendo así con la caída registrada en los dos meses anteriores, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Corregidos los efectos del calendario -la diferencia de días hábiles entre un año y otro-, el índice sube un 1,4%.

Este incremento ha estado sustentado en el ascenso de la producción de bienes de consumo no duradero (7,4%) y, en menor medida, por los bienes de equipo (1,7%) y la energía (1,4%), en tanto que se redujo en los bienes de consumo duradero (4,3%) y los intermedios (1,5%).

Al detalle por industrias, el descenso más pronunciado es para industria de la madera y del corcho, con una caída del 7,8%; la industria textil, con una bajada del 5%; y coquerías y refino de petróleo, con un recorte del 4,5%.

Por regiones, la tasa anual de la producción industrial aumenta respecto a mayo de 2018 en diez comunidades autónomas y disminuye en las otras siete.

Fuente: ABC

La moda ya no está de moda: las razones que explican la debacle del sector textil en España

  • La gente prefiere hacer un viaje o cenar fuera a gastarse el dinero en ropa
  • Los ingresos por ventas online no compensa la menor afluencia al comercio

El sector textil vive uno de los momentos más complejos de las últimas décadas. El gasto de las familias en vestido y calzado está a años luz del nivel previo a la crisis. Aunque la economía y el mercado laboral han recuperado gran parte del terreno perdido, los españoles parecen haber dado la espalda a la moda en favor del ocio y otros gastos. Un cambio en los hábitos de consumo, la demografía o la falta de adaptación del sector textil a los nuevos tiempos están poniendo contra las cuerdas al mundo de la moda.

Las rebajas, a pesar de las agresivas ofertas, no están cumpliendo con las expectativas, algo que ya sospechaban desde la Confederación Española de Comercio. La típica imagen de cientos de clientes luchando por entrar delante en El Corte Inglés el primer día de rebajas parece haber quedado para la historia. Ahora, los consumidores tienen otras preferencias u optan por otras formas de consumo que no están compensando vía ingresos las ventas tradicionales en tienda.

Neus Soler, profesora de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC y experta en marketing, en declaraciones a elEconomista aporta algunas claves: «Los hábitos del consumidor ahora son más sociales y se centran más en el ocio. Las familias prefieren destinar el presupuesto a pasarlo bien. Se gasta en hoteles y restaurantes, por ejemplo, y en electrónica (móviles, tablets, Nintendo, Play Station), y se deja el vestir en segundo plano».

La moda no está de moda

En 2006 y 2007, cada familia gastaba más de 2.000 euros al año en ropa y calzado, casi el 7% del presupuesto familiar. Hoy, el gasto ha caído a 1.500 euros y represan el 5,2% del presupuesto de cada familia. Fuentes del sector textil reconocen que la situación es compleja: «Es una tendencia que viene de lejos, pero que se ha intensificado durante y tras la crisis. El público general prefiere gastar el dinero en otras cosas. La moda ya no está de moda, el precio relativo de la ropa ha bajado mucho y los consumidores pueden comprar varias prendas con poco dinero y aguantar todo el año».

En esto último también incide Soler, que ve como «la competencia, la caída de precios y la gran oferta low cost, que se encuentra en los hipermercados y en las cadenas (Primark, Zara, H&M…), permite vestir de moda por poco dinero. En consecuencia, se gasta menos en ropa porque los artículos son más baratos».

Soler asegura que ahora se dedica más dinero «a la alimentación, por un lado, puesto que la sociedad es más consciente de que es importante cuidarse, y el fin de la crisis permite comprar de nuevo las marcas del fabricante y productos de mayor calidad, y a la cultura y el ocio (viajes y restauración), por el otro, por el placer personal que se obtiene con estas actividades».

España es un país cada vez más envejecido y las persona de avanzada edad suelen preocuparse menos por la ropa

El cambio demográfico también está relacionado con los cambios de consumo. Las personas mayores cuidan más su alimentación y dejan la moda en un segundo o tercer plano. Para las personas de avanzada edad, comprar ropa es más un incordio que una forma de diversión, aseguran fuentes de la industria textil.

«A medida que envejeces, la moda pierde importancia. Sólo acudes a las tiendas cuando es necesario renovar el vestuario, además vas un día de compras y buscas el mayor número de prendas por el menor precio posible, lo que se llama fondo de armario», reconoce esta persona que prefiere mantenerse en el anonimato.

La venta por internet no compensa

Por otro lado, el cambio en los hábitos de consumo también está lastrando las ventas de ropa. Comprar por internet es cómodo, pero los clientes no gastan lo mismo. Sin ver la prenda físicamente, ni tocarla o tener la opción de probarla, los impulsos de compra pierden fuerza.

La profesora de la Universitat Oberta de Catalunya también cree que las ventas online no están compensando la falta de afluencia a las tiendas, además, «aunque las ventas por internet aumenten, y que en conjunto incluso se puedan vender más unidades de producto, el beneficio decrece porque el precio en muy barato. Por lo tanto, aumenta el volumen de facturación, pero mengua el beneficio (se vende más pero se ingresa menos)».

Problemas por el lado de la oferta

Por otro lado, el sector también sufre la fuerte competencia, algo que beneficia al consumidor (paga menores precios por productos decentes), pero que reduce al mínimo los márgenes de las empresas de moda y sus beneficios. Antes de la revolución digital ya había muchas marcas diferentes compitiendo, pero ahora casi cualquier persona puede entrar en el negocio haciendo camisas u otras prendas para venderlas por internet.

«A raíz de la crisis las tiendas se han visto obligadas a mantener una situación de rebajas constantes para atraer al público, lo cual merma su margen comercial significativamente», aclara Soler.

«Por otro lado, además, las tiendas no han desarrollado ningún elemento que le genere al cliente una experiencia de compra atractiva o sorprendente, motivando así la compra en tienda física, ni han potenciado tampoco aspectos que el consumidor pueda valorar frente a la compra online (como, en muchas ocasiones, un servicio de atención profesional, personalizado y cercano, por ejemplo).

Además, Soler cree la complacencia no ha hecho ningún bien a un sector que podría haber hecho poco para reinventarse: «Tendría que aplicar un cambio radical en las tendencias y el diseño del producto. El sector no ha evolucionado. Lleva mucho tiempo sin aportar algún aspecto diferencial».

Las redes sociales son el reflejo del cambio de la sociedad. Los paisajes, la gastronomía, un partido de fútbol o un musical son los elementos que protagonizan esta forma de ‘exhibicionismo’. «La gente plasma su estilo de vida (en las redes), y se puede comprobar que se reflejan principalmente momentos de ocio (viajes y encuentros familiares o con amigos). Lo cual demuestra que son estas actividades las que actualmente considera importantes la gente, y no la moda. Las redes sociales, más que ser la causa del cambio de preferencias, lo que hacen es reflejar las nuevas tendencias» , concluye la experta de la UOC.

Fuente: El Economista

La evolución de la maquinaria textil

Las tecnologías y maquinarias de la industria textil han sufrido muchas transformaciones en los últimos tiempos,esto debido a la continua creación de productos de mejor calidad que puedan, entre otras cosas, ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas. Es por ello que a principios del siglo XIX comenzó la gran revolución económica y tecnológica que posibilitó avances en el desarrollo de la maquinaria textil.

Estos cambios pueden vislumbrarse si se observa cómo eran las primeras maquinarias que fueron empleadas. Si consideramos las tecnologías que existían antes de principios del siglo XIX, estas consistían en máquinas mecánicas de gran tamaño y peso, que funcionaban con fuerza hidráulica o de vapor, y que no podían ser movidas por una persona. Estas apenas permitían obtener hilos de calidad medianamente aceptable y eran demasiado lentas en su producción.

El vapor en el pasado: Revolución de la maquinaria textil

En la primera mitad del siglo XIX comienza la primera revolución industrial con la aparición de maquinarias impulsada por vapor. Estas lograron grandes desarrollos en todos los ámbitos. Gracias a esta nueva fuente de energía se impulsaron tecnologías innovadoras en la maquinaria textil y surgieron las grandes corporaciones de renombre en la industria textil, que incluso permanecen en la actualidad.

Uno de los más importantes avances fue la aparición de la máquina tipo Singer, que implementaba el movimiento de la aguja de arriba abajo en lugar de lado a lado, como era realizado por la máquina de coser Howe. Además de funcionar a través de pedal y no gracias a una manivela, características que la hacía una máquina mucho más cómoda.

A medida que la tecnología avanzaba, se reemplazó el vapor por la energía eléctrica. Esto permitió diseñar maquinarias mucho más complejas y de menor tamaño, que podían realizar trabajos mucho más complicados. Ha mejorado también la calidad y variedad de textiles que se pueden crearse gracias al avance de la tecnología en materiales sintetizados y artificiales. Materiales que permitieron realizar textiles con propiedades como la impermeabilidad, elasticidad y brillo, entre otros usos que fueron bien aprovechados en el desarrollo de nuevas prendas.

Fuente: MAQUICLICK