La empresa de Sabadell ECima crea un tejido para bomberos o deportistas capaz de refrigerarse autónomamente

  • La tecnología, que funciona con a una batería y sensores de temperatura, se basa en un dispositivo termoeléctrico que se puede integrar a cualquier material textil, también en el ámbito industrial u hospitalario (para la ropa de cama o en apósitos quirúrgicos)
  • Por este proyecto, ECima ha recibido una ayuda de 73.000 de ACCIÓN en el marco del programa de ayudas Núcleos de R+D Empresarial Internacionales
  • Con sede en Sabadell, ECima se especializa en el desarrollo de tejidos técnicos que exporta a más de 40 países de todo el mundo

PRODUCTOS. La empresa catalana ECima ha creado un tejido técnico que permite refrigerar la temperatura de manera automática y de manera activa sin necesidad de conectarse al corriente eléctrico. Se trata de un dispositivo termoeléctrico flexible que se puede integrar a cualquier material textil, como por ejemplo el vestuario de bomberos, deportistas, trabajadores del ámbito industrial o en material hospitalario (a la ropa de cama o en apósitos quirúrgicos).

Por este proyecto, ECima ha contado con una ayuda de 73.000 euros de ACCIÓN -la agencia para la competitividad de la empresa, dependiendo del Departamento de Empresa y Conocimiento- en el marco del programa de ayudas Núcleos de R+D Empresarial Internacionales. Estas ayudas impulsan proyectos empresariales de R+D entre empresas catalanas y socios internacionales. De hecho, ECima está desarrollando el proyecto en colaboración con la empresa Intelligent Textile Products (ITP) y el centro de investigación Leibniz Institute of Photonic Technology (IPHT), ambos alemanes, y el centro tecnológico catalán Leitat, como proveedor tecnológico.

El proyecto se basa en el diseño y desarrollo de tejidos funcionales que mediante una serie de recubrimientos se convierten en un sistema de refrigeración activa. El consorcio ha creado un dispositivo termoeléctrico (basándose en la tecnología de las llamadas ‘celdas Peltier’) que se integra en cualquier material textil para poder controlar la temperatura de manera automática en todo momento. La solución incorpora un sistema de conexión a una batería que le proporciona la energía para funcionar, sin que se tenga que conectar a la corriente y facilitando la movilidad del usuario que la use.

El sistema incorpora una serie de sensores de temperatura, elementos de control de potencia y de ventilación para garantizar la buena distribución del frío y la eficiencia de su funcionamiento mediante la disipación del calor. Se trata de un dispositivo flexible que, a diferencia otras soluciones termoeléctricas, se puede adaptar a todo tipo de tejidos y formas.

Según Jordi Mota, responsable de R+D a ECima, “la creciente demanda de una mejor atención sanitaria hace que la industria de textiles para uso médico avance hacia al desarrollo de productos que aportan nuevas funcionalidades para mejorar la calidad de vida de los pacientes, como es el caso del control de la temperatura en aquellas situaciones que lo requieran”. Esta solución se puede aplicar “en aquellas situaciones en que se requiera un control de la temperatura”, explica Mota.

La empresa catalana ECima (Sabadell, Vallès Occidental) cuenta con más de 60 años de experiencia en el sector de los textiles técnicos, mientras que los socios alemanes del proyecto se especializan en el diseño y aplicación de recubrimientos de capa fina y sistemas para smart textiles, así como el desarrollo de electrónica y su integración a textiles. Con una plantilla de unos cincuenta trabajadores, ECima, que pertenece al Clúster AEI Textiles, exporta el 70% de su producción a más de 40 países, principalmente de la Unión Europea.

La evolución de la maquinaria textil

Las tecnologías y maquinarias de la industria textil han sufrido muchas transformaciones en los últimos tiempos,esto debido a la continua creación de productos de mejor calidad que puedan, entre otras cosas, ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas. Es por ello que a principios del siglo XIX comenzó la gran revolución económica y tecnológica que posibilitó avances en el desarrollo de la maquinaria textil.

Estos cambios pueden vislumbrarse si se observa cómo eran las primeras maquinarias que fueron empleadas. Si consideramos las tecnologías que existían antes de principios del siglo XIX, estas consistían en máquinas mecánicas de gran tamaño y peso, que funcionaban con fuerza hidráulica o de vapor, y que no podían ser movidas por una persona. Estas apenas permitían obtener hilos de calidad medianamente aceptable y eran demasiado lentas en su producción.

El vapor en el pasado: Revolución de la maquinaria textil

En la primera mitad del siglo XIX comienza la primera revolución industrial con la aparición de maquinarias impulsada por vapor. Estas lograron grandes desarrollos en todos los ámbitos. Gracias a esta nueva fuente de energía se impulsaron tecnologías innovadoras en la maquinaria textil y surgieron las grandes corporaciones de renombre en la industria textil, que incluso permanecen en la actualidad.

Uno de los más importantes avances fue la aparición de la máquina tipo Singer, que implementaba el movimiento de la aguja de arriba abajo en lugar de lado a lado, como era realizado por la máquina de coser Howe. Además de funcionar a través de pedal y no gracias a una manivela, características que la hacía una máquina mucho más cómoda.

A medida que la tecnología avanzaba, se reemplazó el vapor por la energía eléctrica. Esto permitió diseñar maquinarias mucho más complejas y de menor tamaño, que podían realizar trabajos mucho más complicados. Ha mejorado también la calidad y variedad de textiles que se pueden crearse gracias al avance de la tecnología en materiales sintetizados y artificiales. Materiales que permitieron realizar textiles con propiedades como la impermeabilidad, elasticidad y brillo, entre otros usos que fueron bien aprovechados en el desarrollo de nuevas prendas.

Fuente: MAQUICLICK